LA MALICIOSA
La Maliciosa es una de las montañas emblemáticas de la sierra de Guadarrama. Con sus más de 2.200 metros de altitud, es una de las más altas que tiene la Comunidad de Madrid y una joya de la Naturaleza. Su difícil ascenso y lo abrupto de su terreno dicen que es el motivo por el cual recibe el nombre de «La Maliciosa». Sin embargo, existe una leyenda que no hace más que aumentar el halo mágico de la montaña.
Según cuenta la leyenda, en el pueblo madrileño de Cercedilla habitaba una bruja de avanzada edad que tenía atemorizada a toda la población por las extrañas prácticas que realizaba.
Tal era el miedo que tenían a esta siniestra mujer que era apodada como «La Maliciosa». Se decía de ella que tenía poderes sobrenaturales dados por el mismísimo Diablo, ya que era la única capaz de subir a aquella escarpada y boscosa montaña que se divisaba desde Cercedilla. Incluso los vecinos rumoreaban que podía ser el lugar donde se reunía con otras brujas para realizar todo tipo de ritos de adoración al maligno.
Para acabar con esos rumores y movidos por la curiosidad, los vecinos de Cercedilla decidieron seguir en secreto a la supuesta bruja y descubrir la entrada a aquella montaña, pero la anciana se dio cuenta rápidamente de que estaba siendo perseguida y, presa de la cólera, lanzó una maldición: invocó un incendio en el pueblo.
De repente, Cercedilla comenzó a ser pasto de las llamas surgidas de la nada. Las casas, las calles y los montes aledaños ardían en un baile de fuego a causa del anatema que había proferido la terrible bruja como castigo a la desconfianza de sus vecinos. La zona más alta de la elevación también fue víctima del fuego y, para que sirviese de lección, jamás volverían a crecer plantas y árboles en ella.
Desde ese preciso momento, todo el pueblo de Cercedilla evitaba a esta anciana. Los años pasaron y de la bruja nada más se supo, pero como recuerdo del terror que provocaba, se decidió llamar a aquella montaña en la que habitaba «La Maliciosa».